Podemos entender que, a pesar de las casi 200 páginas del anteproyecto, la falta de concreción destaque ya que se pretender regular multitud de aspectos y de leyes. Sin embargo hay cosas que chocan como contradicciones o incompatibilidades con otras leyes actuales. O, cómo a pesar de estar bajo un nombre «moderno y progresista», se anuncian algunos recortes de libertades. El caso que esta levantando más polémica es lo referente a la propiedad intelectual y el uso de descargas de Internet. Tras leer los apartados correspondientes, y ver el apoyo de algun@s «artistas» a dicho anteproyecto no puedo sino dudar de la representación cultural que llevan a cabo. Es esperanzador que la ciudadanía tenga interés por acceder a la cultura, una cultura que debiera ser lo más accesible a cualquiera. Sin embargo cada vez tiene un acceso más restringido y pohibitivo, económica o legalmente.