Aún en la actualidad sigo viendo muchas ONG que utilizan en sus campañas imágenes y mensajes sensacionalistas o catastrofistas buscando mayores niveles de impacto, emotividad y sensibilización. Sin embargo, muchas veces la persona espectadora ve herida sus sensibilidad y, como respuesta emocional para evitar la frustración, cada vez volvemos a las personas más insensibles. Por no mencionar, además, las veces que este tipo de imágenes podría rozar los límites de la ética al mostrar situaciones que podrían ser denigrantes o vulnerar la integridad de algunas personas y el enfoque de los derechos humanos.
Por el contrario, pienso que dotar a nuestras campañas de un tono más positivo y constructivo puede ayudar a que nuestro mensaje tenga una proyección más transformadora y en la que las personas pueden sentirse mejor gracias a su apoyo. ¿Qué es lo que pienso que debemos evitar entonces?…[LEER ENTRADA COMPLETA EN HABLEMOS DE GESTIÓN]