En diferentes espacios de participación a los que he asistido habitualmente, es común reflexionar sobre participación política ciudadana. A menudo, las aportaciones de algun@s partipantes manifiestan dificultades para extender la participación a un mayor número de ciudadan@s. Entre otros motivos, algunas dificultades hacen referencia a la lentitud en los procesos de participación y la falta de concienciación (no os descubro nada nuevo). Y, al mismo tiempo, se reconoce una situación de emergencia social que requiere de unos plazos de actuación inmediatos ya que suponen situaciones de extrema necesidad.
Ahora bien, y aquí va mi autocrítica en este tipo de análisis, puede que tendamos a mezclar ambos planos de intervención como si las líneas de actuación y los procesos debieran ser los mismos. La participación real NO se puede llevar a cabo con prisas y requiere de una labor pedagógica de concienciación. Por tanto, nuestro reto es doble, se trata de hacer compatible dos líneas de intervención paralelas:
- Una intervención directa y estrategias a corto plazo para paliar la situación de emergencia social y no agravar aún más los problemas sociales de muchas personas.
- Establecer mecanismos de participación, que al mismo tiempo que genere una transformación estructural a largo plazo, se lleve a cabo una labor pedagógica y de concienciación.
Quizás también debamos trabajar nuestra tolerancia a la frustración frente al deseo de obtener resultados inmediatos en procesos participativos, una obsesión por la eficacia y la búsqueda de recetas mágicas que puedan ser practicadas sin esfuerzo.
Y sobra decir que esto no significa que nos podamos permitir dormir en lo laureles, que no se pueden llevar al mismo tiempo medidas de contención de carácter inmediato u otras estrategias a corto plazo. En definitiva, lo que hago es un llamamiento a no mezclar, de forma simplificada, una problemática diversa y compleja que esta claramente relacionada, pero requiere de una multiplicidad de estrategias de intervención no excluyentes entre sí.
