Reflexiones electorales y el movimiento 15M

Tras la resaca electoral y las últimas movilizaciones vamos a asistir a todo tipo de conexiones y conclusiones por parte de los medios y la propia ciudadanía. Bajo mi punto de vista comparto algunas reflexiones.

A pesar del triunfo del PP en la mayoría de municipios vamos a reconocer que ha aumentado el número de representación política en la mayoría de ciudades. De forma general IU ha aumentado el número de concejales, también ha aumentado su representación UPyD y en algunos sitios han ganado fuerzas políticas totalmente nuevas como Bildu. Por tanto hemos avanzado algo contra uno de los mayores cánceres de este sistema, el bipartidismo. Está claro que aún queda mucho, este primer resultado es algo simbólico y debemos valorarlo como lo que es, un pequeño indicativo de un posible cambio en la realidad política futura.

Se ha conseguido desmentir para muchos ciudadan@s el mito del voto blanco, el voto nulo y las abstenciones, con respecto a su efecto en los resultados y el supuesto traspaso de votos hacia la mayoría. Además se ha luchado contra la incoherencia de llevar a cabo el “voto útil” que hacía sentirse mal a much@s y que es un elemento importante sostenedor del bipartidismo.

Deberíamos tener en cuenta el elevado número de abstenciones, votos en blanco y votos nulos (http://www.20minutos.es/noticia/1059740/0/votos/blanco/record/). Esto demuestra que crece el descontento de la población y la desconfianza, no sólo en l@s polític@s que dejan de representar los intereses de l@s ciudadan@s, sino también en el propio Sistema. Independientemente de que el sistema actual no contempla canales de inclusión de esta realidad en los resultados electorales y en las líneas de actuación de la política oficial, sí podemos interpretar que crece el número de personas que “pasan” de la política oficial y por tanto también aumenta el número de personas potenciales a asumir el protagonismo de sus propias vidas y representarse a si mism@s.

Much@s se van a empeñar en hacernos creer que las últimas movilizaciones no han tenido el resultado esperado. No debemos decepcionarnos ante la falsa creencia que tras las movilizaciones de los últimos días (http://madrid.tomalaplaza.net/) no ha habido cambios “significativos” a corto plazo. Hemos conseguido algunas conquistas:

  • Protagonizar el debate y la escena pública los días antes de las elecciones y durante la campaña electoral. De haber sido como siempre hubiéramos asistido a un circo de mentiras, insultos entre políticos, promesas…
  • Demostrar una capacidad de organización al margen de la política oficial.
  • Acabar con la filosofía y la etiqueta “Ni-Ni” impuesta desde los mass media a la juventud. Hemos demostrado que estamos preparados y sabemos asumir las riendas de nuestras vidas y llevar a cabo proyectos de reorganización social viables, concretos, justos y sostenibles.
  •  Apropiarnos de las TIC´s y los medios para coordinarnos, comunicar y ofrecer una información en primera persona ofreciendo una alternativa a la manipulación mediática habitual.

A pesar de lo esperanzador de este movimiento y las altas expectativas que much@s hemos puesto, en parte no nos debe extrañar que estas movilizaciones no tengan una incidencia inmediata en el sistema imperante. Precisamente eso demuestra que el sistema falla y hay una necesidad de organizarnos aparte y de forma paralela a través de organizaciones que faciliten una acción directa en nuestro entorno más cercano.

Por otro lado, no debemos valorar estas movilizaciones pensando sólo en los resultados que se podían (y pueden experimentar aún) en nuestro entorno más próximo. Hay que reconocer la repercusión mundial y la referencia que hemos sido de cara al resto del mundo, donde se han llevado a cabo más de 650 movilizaciones (http://www.thetechnoant.info/campmap/). Esto también ha desmontado para much@s el mito de la autorregulación del sistema capitalista global y el mismo como el único actualmente posible, demostrando su insostenibilidad real y la posibilidad de establecer alternativas viables.

Por todo lo anterior no creo que nos deba marcar un espíritu pesimista. Está claro que sólo acabamos de empezar y esto no se queda aquí y tendrá que seguir dando resultados. No debemos extraer conclusiones negativas precipitadas de algo que acaba de empezar. De ahora en adelante creo importante algunas líneas de actuación:

  • Continuar visibilizando nuestro descontento a través de movilizaciones organizadas y coordinadas donde asumamos el protagonismo por nosotros mism@s. En este sentido no debemos desfallecer sino aumentar nuestro compromiso y reafirmarnos en nuestros ideales.
  • Continuar luchando por un cambio en el sistema electoral (bipartidismo, distribución de votos por provincias… y todo lo recogido en las propuestas de la Asamblea de la acampada de Sol – https://madrid.tomalaplaza.net/2011/05/20/propuestas-20-mayo/). En este sentido tenemos que recordar que el año que viene son las elecciones nacionales y es donde más se notan las injusticias de este sistema y por tanto, se hacen urgentes estos cambios.
  • Crear a nivel local grupos organizados autónomos compuestos por ciudadan@s, asociaciones y colectivos dentro de cada municipios que permita un trabajo continuado con incidencia directa en las realidades concretas más próximas y un mayor protagonismo de la ciudadanía. Todo ello concediendo gran importancia al trabajo en red y la comunicación con otros movimientos.

3 comentarios de “Reflexiones electorales y el movimiento 15M

  1. Hola Adrián, estoy de acuerdo contigo en la mayoría de lo que dices, sin embargo, creo que una de las bases para afrontar el futuro con optimismo es olvidarnos de las malditas elecciones, de los políticos y de sus mentiras. De la misma manera en que el debate político no debe queda envuelto en una maraña de acusaciones por parte de los partidos; el movimiento del 15-m no debe proponerse como objetivos (al menos en mi opinión) afectar al juego electoral. Que UPyD o IU tengan más escaños o que el PP y el PSOE tengan menos no nos debería importar lo más mínimo. Como dices, crear formas paralelas y alternativas de organización es lo que más deslegitima al poder: asambleas en barrios, centros de trabajo, en grupos afines. La autoorganización crea estructuras que nos permiten prescindir (al menos en parte) de las estructuras políticas estatales. Eso sí sería revolucionario; y no pedir n cambio en el sistema electoral para que politicuchos de más bandos se sigan peleando en un parlamento.
    Un saludo.

    • Saludos, yo también estoy de acuerdo en todo lo que apuntas. Este artículo peca de moderado, pero su intención es facilitar una reflexión para que cada un@, como tu has echo, saque sus propias conclusiones. Este es mi análisis donde se dan cambios que creo importantes en nuestra tradición política, ahora bien, sobre una valoración personal en base a si hay que cambiar el sistema o suprimirlo ahora mismo no voy a posicionarme (esta vez).

      Un abrazo y gracias por tus comentarios.

      • PD: no me posiciono porque no quiera mojarme, sino porque para explicar mi posición debería hablar de los orígenes de este sistema democrático, justificar la inexistencia de derecha e izquierda por parte de la política de partidos y la consecuente homogeneización del liberalismo en toda la esfera política, los fallos del sistema inherentes en el mismo independientemente de quien gobierne, las complejas redes de conexión entre política, economía mundial, grupos mediatos… Todo ello rompería con el objetivo de este articulo. Sin embargo vuelvo a remarcar la importancia de ser capaces de generar procesos participativos donde seamos los ciudadanos en primera persona los que llevemos a cabo nuestra acción en el medio.

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