Sobre la Comunicación Social

Origen de la Comunicación Social

La Creación de los Medios de Comunicación de Masas

Notas para el estudio del origen de la Comunicación Social. Maria José Ruiz Acosta

De la Masa a las Perspectivas de la Comunicación Masiva. Dennis Mcquail

Origen de la Comunicación Social. Agentes y Estrategias

Al hablar del acceso a la comunicación en espacios públicos podríamos pensar que, debido a su condición de público, deberían estar al servicio del pueblo o que ésta los gestionáramos. Sin embargo creo que no es así. En mi barrio veo como se llenan las calles, plazas y carreteras de soportes publicitarios que instalan el Ayuntamiento o empresas.

Nadie nos ha preguntado sobre si queremos que esos soportes estén ahí, su tamaño o quien las usara. Por lo tanto la Administración pública se ha adueñado por motu propio de los espacios que tod@s usamos para, según su criterio, usar esos espacios como plataformas publicitarias. El resultado es que no somos participes de esto y por tanto no lo controlamos ni somos dueños del espacio que habitamos. Tampoco decidimos sobre los anuncios que salen en esos soportes ni sobre sus contenidos. Somos simples espectadores, consumidores visuales.

La mayoría de estos espacios se alquilan. Esto me parece un poco irónico: si queremos usar esos espacios que están en nuestras calles pero que nos han impuesto encima tenemos que pagar. De todos modos, aún pagando, podríamos anunciarnos, pero seguiríamos sin gestionarlos. ¿Quién accede a la comunicación en espacios públicos? Pues como son espacios que hay que pagar, lógicamente accederán quienes lo paguen, quien tenga dinero, es decir empresas fundamentalmente. Con esto damos una vuelta de tuerca más: ocupan nuestros espacios, deciden sobre sus contenidos, tenemos que pagar si queremos usarlo, y además quienes lo usan se sirven de ello con intereses comerciales en lugar de aprovechar esos espacios con fines sociales. Para terminar tampoco decidimos sobre los ingresos que generan esos espacios. Asistimos a una mercantilización de los espacios públicos donde solo jugamos un papel de asimilar la “información” que otr@s ponen y de la que económicamente también son otr@s los que se benefician.

Algunos de los espacios facilitados son gratuitos. Estos espacios pueden ser usados por cualquiera pero eso solo permite que las mismas empresas que usan los espacios que pagan, con sus grandes tiradas publicitarias, también se sirvan de ellos. Aún así, siendo espacios gratuitos y que podamos usar, tampoco hemos decidido quien no los puede usar, su ubicación, tamaño… Algunos de estos espacios requieren trámites para poner nuestra publicidad: solicitarlo al Ayuntamiento, rellenar algún papel… Esta burocratización retrasa, complica, o censura las iniciativas de l@s ciudadan@s. Por otro lado si nos salimos de esos espacios corremos el riesgo de ser multad@s por incumplir normativas de Medio Ambiente. Esto no deja de ser una contradicción ya que las empresas y Ayuntamientos incumplen continuamente normativas relacionadas con la publicidad en los espacios (como en las carreteras). Esto es lógico si quien debe controlar esto son los mismos que están beneficiándose de que no esté controlado (se sirven económicamente alquilando el espacio o usándolo como medio de transmisión ideológica).

Antes de terminar me gustaría señalar la ilusoria línea que separa hoy día los tres sectores comentados en los textos que se adjuntan en el post (sector público, sector privado y sector social). Las Administraciones funcionan y se gestionan como empresas, son ellos quienes alquilan espacios o se anuncian. Las actividades del primer sector conllevan actividades económicas y gastos y por tanto hay interés en rentabilizar, sacar beneficios… Por otro lado el segundo sector se sirve de los espacios facilitados por el primero o son subcontratados por ellos para determinados servicios (cada vez más). Y eso sin contar cuando los propios técnicos o representantes políticos son dueños de empresas o accionistas. Además creo que el tercer sector cada vez esta mas dentro del juego capitalista: muchas empresas se disfrazan de asociaciones por sus facilidades a la hora de gestionarse y obtener ayudas, otras asociaciones “sin animo de lucro” son subcontratadas para ejercer actividades lucrativas, se sirven de voluntari@s para rentabilizar servicios…

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