Crisis y postmodernidad… algo nada nuevo ni «moderno»

Recientemente leí la publicación Escuela Pública y Sociedad Neoliberal, un cuaderno que recoge las ponencias de las IX Jornadas de Formación del Sindicato de Enseñantes de CGT de Málaga. ¿Parece un tema de rabiosa actualidad verdad? Pues resulta que estás jornadas se celebraron hace 20 años (en 1997).

Una de las aportaciones que más me gustó fue la de Miguel López Melero, y que lleva por título: Escuela Pública y Atención a la diversidad. La Educación Intercultural: la Diferencia como Valor. Ya al principio anuncia algo que podría haberse escrito hoy mismo:

Estamos pasando por una época de crisis en el mundo de las ideas y de los valores

Crisis en plural. No sólo hablamos de una crisis económica, sino también de medio ambiente, de energías y materias primas, del Estado de Bienestar (recortes en las libertades y derechos sociales), crisis de legitimidad política… y también crisis de referentes éticos y valores (de ahí que creo que hable de crisis en el mundo de las ideas y los valores).

Pero lo que más me interesó fue la síntesis que realiza Miguel de las características que conforman el clima de la postmodernidad:

Escepticismo, precisamente, por descreimiento en la razón y por todo aquello que la misma pueda proporcionar, mientras que surge una gran valoración por las sensaciones e intuiciones,

Neofilismo, un amor desbordado de lo nuevo por el mero hecho de ser nuevo.

Consumismo, como una nueva libertad de hacerse con todo en contra del pensamiento del ahorro.

Esteticismo, o una supravaloración de la imagen frente a la ética.

Oportunismo u ocasionalismo, el vivir el aquí y el ahora. No hay perspectivas de futuro, donde todo es presente.

Ahistoricismo y fin de la historia para comprender el mundo a través de ella y proyectar un futuro.

Individualismo exarcerbado, o sea vivir para uno mismo superficializando los vínculos e incluso los sentimientos.

Cuando descubro un documento de este tipo siempre me llama la atención como parece que los problemas actuales son nuevos, transitorios y algo puntual que nos toca vivir a la generación actual por primera vez. O bien, se presentan como problemas naturales de un sistema que también ha evolucionado de forma natural.

Sin embargo, repasando nuestro pasado reciente, es fácil darse cuenta que sufrimos la consolidación de un sistema planificado y que intenta seguir sobreviviendo a través de la la construcción de una cultura compartida compuesta por los elementos antes descritos. Y para eso se sirve de la influencia de los principales agentes de construcción de cultura y de socialización, que hoy día son la Educación y las Tecnologías de la Comunicación y la Información.

¿Sigues pensando que los problemas que vivimos son algo nuevo?

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